miércoles, 26 de septiembre de 2007

Limpiar la casa

Otra de esas cosas que me enseñó mi madre, o que aprendí viendo cómo la hacía, la verdad no lo tengo muy claro, es limpiar la casa. Como todo buen adolescente tuve mi periodo de necesidad de intimidad lo que llevaba asociado no dejar que mi madre entrara en mi habitación. Reconozco que no me pasaba el día limpiándola, pero cada cierto tiempo hacía una limpieza completa. Vaciaba la habitación (incluso desmontando la cama) y no volvía a meter las cosas dentro hasta que no hubieran sido limpiadas.

Desde entonces aprendí el orden en que se debían hacer las cosas:
  • Barrer el suelo. Lo primero, al barrer se levanta polvo.
  • Limpiar el polvo. Una vez barrido el suelo hay que quitar el polvo de muebles y demás, el que tenían de antes y el que han cogido al barrer.
  • Fregar el suelo. Último paso.
Esta parte la tenía dominada, pero cuando te vas de casa aparecen nuevas cosas que limpiar que ni te habías planteado: el baño, la cocina, el salón... (en mi caso nada más, porque la casa es pequeña y esto es todo lo que tiene). Así que inventé un nuevo orden para esto, manteniendo el barrer, polvo y fregar.

En el baño cambio el limpiar el polvo por limpiar con estropajo. Comienzo por la bañera, con uno de esos limpiadores de pistola. Mientras está actuando el limpiador voy con el inodoro. Vuelvo a la bañera y a la mampara. Acabo con el lavabo y el espejo. Los toalleros y demás accesorios al final. Lo último como siempre fregar, y lo primero, antes que nada, barrer.

En la cocina comienzo por la placa, con rasqueta casi siempre. Después la encimera, también debajo del microondas, el propio microondas y por último el fregadero. Cada cierto tiempo es también el turno de los muebles, primero los de arriba y luego los de abajo (sí soy muy maniático, verme tender la ropa en la cuerda es un espectáculo).

El salón no tiene mucho que hacer, porque en realidad se ajusta al sistema de mi madre. El polvo se quita de los muebles y de la tele y listo.

Otro tema es la frecuencia de uso. Poca...

14 comentarios:

  1. Limpiar la casa no solo es eliminar el polvo y desorden; es regresar a la paz. Cada rincón brillante es un suspiro de alivio y una invitación a la serenidad.

    ResponderEliminar