viernes, 16 de enero de 2009

Bancarrota

Bancarrota es uno de esos términos financieros que están de moda con esto de la crisis. Es más, desde hace poco más de un año, no sólo los bancos y los negocios se pueden declarar en bancarrota, también las familias pueden hacerlo.

El origen de la palabra bancarrota es mucho más "literal" de lo que se podía uno esperar. Lo normal es pensar en el sentido "simbólico": un banco que se rompe, que se queda sin dinero. Pero, en realidad, su origen es totalmente descriptivo. Hay varias teorías sobre el origen pero todas lo situan en la Italia del Renacimiento.
  1. Debido a la gran cantidad de reinos existentes en la época y a que cada uno tenía su moneda apareció la figura del cambista. Éstos publicaban los cambios de las monedas con números romanos y esperaban sentados frente a sus bancas (mesas) a los clientes que quisieran cambiar. En aquellos tiempos no eran muchos los que eran capaces de hacer cuentas y menos aún con números romanos, de manera que muchos de estos cambistas se aprovechaban de sus clientes. Cuando uno de esos clientes se daba cuenta y denunciaba, las autoridades les rompían la mesa, quedando la "banca rotta". También se decía que la "banca quebraba".

  2. También por esa época aparecieron los prestamistas, que también esperaban a sus clientes sentados frente a una mesa. Cuando sus negocios de préstamo acababan mal y no podían hacer frente a las deudas las autoridades quebraban su mesa para que dejara de hacer negocios.

  3. Los comerciantes de la época hacían sus negocios sentados frente a una mesa. Cuando no eran capaces de hacer frente a sus pagos el procedimiento que se seguía era quebrar la mesa, quedando la "banca rotta".
Esta situación de romper la mesa en la que se hacen negocios también aparece en el libro "La Catedral del Mar".

Las palabras "banco" y "banquero" tienen también su origen en el hecho de que prestamistas y primeros banqueros tenían una mesa para realizar negocios. El uso de la palabra "banca" se popularizó rápidamente como mostrador en el que hacer negocios con dinero y se extendió por casi todos los idiomas.

10 comentarios:

  1. También se ha puesto muy de moda la expresión "concurso de acreedores" :-D

    ResponderEliminar
  2. Mira que todo esto no lo sabía. El libro la catedral del mar lo tengo en mi lista de libros pendientes para las vacaciones, porque estas navidades no me dio tiempo, pero a anselmopareja le gustó.
    un saludo

    ResponderEliminar
  3. yo había oido o leido ya, lo del banco,¿puede que fuera en tu blog?

    Me suena, no se.
    Aunque lo de romper la mesa me acabo de enterar.

    ( esto es para que descansemos de viajes??? pues estoy esperando el último que no veas )

    ResponderEliminar
  4. Masmi, tú siempre tan positivo, eh? ;-)

    ResponderEliminar
  5. Ya ves Anselmo, hay cosas que son mucho más obvias de lo que nos empeñamos en pensar. También es cierto que casi siempre pensamos que todas estas expresiones tienen origen anglosajón y que se han traducido de cualquier manera. Pero ya ves, en esta ocasión era mucho más literal.

    Esto me recuerda al Rey Arturo y su "tabla" redonda, que sí que fue traducido de cualquier manera del inglés.

    ResponderEliminar
  6. Por cierto, el libro también te lo recomiendo.

    ResponderEliminar
  7. No Conxa, de esto no había escrito todavía. Me has hecho dudar, la edad es malísima y por un momento pensaba que me había repetido! :-)

    La violencia de las finanzas: Romper la banca con un buen mazo :-)

    (sí, desintoxicación obligatoria ;-))

    ResponderEliminar
  8. Curiosos los orígenes de la temida palabra, oye.

    El libro todavía no lo he leído, pero le tengo ganas.

    Que tengas un buen día!

    ResponderEliminar
  9. La quiebra, que también es otra de las más temidas, también viene de ahí... En aquella época no se andaban con florituras inventando palabras, no como ahora que todo tiene que tener un nombre muy sonoro para quedar bien. Todavía no habían inventado el marketing ;-)

    ResponderEliminar