viernes, 10 de junio de 2011

Ella, Drácula

Javier García Sánchez nos trasporta a finales del siglo XVI y principios del XVII. De la mano de un testigo, un sacerdote que de niño formó parte de su corte, nos muestra la maldad absoluta.

Los crímenes de Erzsébet Báthory, conocida como "La Condesa Sangrienta" . La historia de una mujer que obsesionada con la idea de inmortalidad y de belleza llegó a asesinar a, al menos, 630 mujeres. Los Records Guinness llegan a cualquier parte, aquí también y es Erzsébet la que ostenta el record de la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad . El número ya es terrible en sí mismo, pero más terrible aún es el hecho de que antes de asesinarlas las torturaba, puesto que esto era lo que más placer le provocaba, el terror que veía en ellas.

Su alta alcurnia y la época en la que vivió le permitieron cometer esas atrocidades durante tanto tiempo sin que nadie le parara los pies. Era la condesa, la señora, si ella quería que una campesina entrara a formar parte de su servicio nada se podía hacer para evitarlo, además de que era un favor que se hacía a la familia… hasta que las familias ocultaron o enviaron fuera de sus territorios a sus hijas.

La soberbia de la mujer, junto con los estados que alcanzaba a través de plantas, setas y preparados, la llevó a creerse intocable.

El libro es interesante por la historia que cuenta. El párroco se empeña en buscar un motivo para toda la maldad que demostró, como todo humano que se precie. Cualquier asesino es un "enfermo" y siempre hay un motivo para que haya hecho lo que ha hecho (sin recordar que el hombre es un lobo para el hombre). Eso sí, es bastante pesado por la prosa del autor que utiliza un lenguaje francamente rebuscado, que te lleva a usar el diccionario más de lo habitual o, a veces, a dar por entendidos significados.

11 comentarios: