Seguimos con comida, esta vez más centrada en el deporte. Qué tomar antes y después de carreras cortas y largas, rodajes largos, entrenamientos, etc.
Antes de una carrera corta se ha comprobado que tomar unos 3 gr de cafeína ayuda a correr más rápido y a tener mayor niveles de VO2 máximo. Después es aconsejable tomar requesón. El requesón es muy bueno para la reparación muscular y ayuda a recuperarse gracias a su contenido en calcio. Por si esto fuera poco, su ácido linoico potencia la memoria y previene el cáncer, enfermedades coronarias y la diabetes.
Durante la semana previa a la competeción, para mantenerse sano, es aconsejable comer una naranja al día. Esto supone unos 75 mgr de vitamina C, que refuerza el sistema inmune.
Antes de los rodajes largos, salidas a ritmo lento pero de larga duración, hay que llenar los depósitos de energía. Para esto lo mejor son los frutos secos como el cacahuete. Su contenido en vitamina E, antioxidante, y sus grasas "buenas" harán el resto. Además se ha descubierto que reduce el riesgo de diabetes 2 en mujeres.
Los maratones son una prueba aparte. La noche antes de la carrera se recomienda comer pasta, carbohidratos. Para aumentar la energía obtenida no es mala idea añadir vegetales, jamón o pavo, queso y, por supuesto, frutos secos. Y después de la carrera, de nuevo pasta, esta vez con almejas. Un puñado de almejas contienen 24 mgr de hierro y zinc. El zinc ayuda a potenciar las defensas, reduce el riesgo de resfriado y regenera el tejido muscular. Durante una carrera larga se necesitan carbohidratos con glucosa y nada mejor que la miel para darnos ambos.
bueno, yo no corro, pero lo del requesón es bueno saberlo.
ResponderEliminarPorque otros desgastes fisicos si hago jejejej
Los desgastes físicos hay que superarlos... y si tiene que ser con requesón tampoco es mala práctica ;-)
ResponderEliminarSomos lo que comemos :-)
ResponderEliminarA mi después de una noche de actividad el cuerpo me pide pasta, jejeje
Masmi, qué profundo, ¿no? "Somos lo que comemos" ;-)
ResponderEliminarLa pasta es tan socorrida que es fácil que apetezca, no sólo porque llena y está rica, también por lo poco que se tarda en hacer.