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viernes, 29 de octubre de 2010

Mente

Algo tan arraigado en nuestro idioma como los adverbios acabados en mente tiene un origen tan antiguo como el latín.

Estos adverbios eran, en su origen, un complemento de modo en la lengua latina. El español serenamente deriva del latín serena mente, "con intención serena", donde mente es una forma (ablativo singular) del nombre femenino mens, mentis, "intención, sentimiento, mente" y serena es el adjetivo serenus, serena, serenum concordado con el nombre.

Con el pasar del tiempo, el adjetivo y el nombre se fusionaron y el hablante ya no percibió el valor originario de la construcción: en serena mente el segundo elemento perdió tanto su calidad de nombre como su significado, reduciéndose a un simple sufijo usado para formar los adverbios de modo: rapida mente--> "rápidamente" (de forma rápida), mala mente --> "malamente" (con mala intención).

El origen latino de los adverbios en -mente, aclara, además, porque se forman con el género femenino del adjetivo: es "rapidamente" porque rapida concuerda con mente que es femenino.

jueves, 28 de octubre de 2010

Las hijas del frío

Tercera novela de Camilla Läckberg, y tercera entrega de la vida de Erica y Patrick. Ella escritora de novelas de misterio y de biografías y él policía. Después de La princesa de hielo y Los gritos del pasado, llega la tercera.

Una vez más nos encontramos con un cadáver, una niña aparece en el mar, en Fjällbacka, donde viven ambos. Lo que parecía una muerte accidental se convierte en un asesinato y comienza la investigación.

A pesar de vivir en un pueblo supuestamente tranquilo la cantidad de secretos, a cual más oscuro y delictivo, guardan sus habitantes es más que preocupante. Infidelidades, asesinatos, odios, homofobia, pederastia… todo está representado y todo acaba saliendo a la luz.

Hay partes del libro en el que la repetición del esquema de las obras anteriores resulta un poco cansina: la mezcla de una historia pasada con el presente. Una historia que no se entiende hasta el último momento… Pero lo cierto es que merece la pena leerlo.

A la espera de que salga en formato bolsillo la cuarta entrega: Crimen en directo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

La vuelta

Todo lo malo-bueno se acaba. En este caso, malo por la operación y bueno por las "vacaciones" (hay que buscarle el lado positivo a todo, y seis semanas sin trabajar pueden considerarse como tal).

Todavía con algún dolor que otro, pero con toda la movilidad y casi toda la fuerza recuperada vuelvo al trabajo. Sigo con la rehabilitación pero ya sin ir hospital. Todos los días una hora por la mañana y otra por la tarde en el gimnasio.

Las muletas se quedaron en casa hace un par de semanas. Mi "fiesta nacional" fue salir a la calle sin ayuda. A los quince días de la operación empecé a apoyar el pie. Al principio sobre una báscula para controlar el peso que apoyaba sobre la pierna mala. Primero 30 kilos, después 45, 60 y una muleta fuera. Cuando pude poner todo el peso, sin muleta en casa ni en el hospital. En ese momento dejó de venir la ambulancia a por mí todos los días para llevarme y traerme y parte de la rehabilitación fue coger el autobús, todavía con una muleta para que me cedieran el asiento...

Lo malo de esto es que con tanto ejercicio como se hace sobre el lado malo, la "buena" tiene al final menos fuerza, elasticidad y menos equilibrio. Así que ahora también hay que acordarse del otro lado para no liarla, que ya me dijo el médico que habrá que operarla también en algún momento y mejor que tarde.

Parte de los ejercicios son de equilibrios, con la tontería pueden ir temblando los del circo del sol. Soy capaz de hacer virguerías sobre una pelota de pilates.

Lo peor es que, de vez en cuando, justo cuando dejé de tomar los antiinflamatorios, vuelven algunos de los viejos dolores, con menos intensidad, pero saludado como un viejo amigo... El miércoles que viene veré al cirujano y le preguntaré. Espero que no sé quedara corto o que no todo fuera quitarme un trozo de cabeza de fémur...

Para volver a correr (en la calle, en la cinta o en la elíptica) todavía falta un poco. Lo tendrá que confirmar el cirujano pero la fisio piensa que algo más de un mes. Pilates, taichi, yoga... los puedo hacer ya, controlando que no me duelan las posturas.