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lunes, 30 de junio de 2008

Tanzania (IV)

Lunes 16/06/2.008

Primera noche de Sara en tienda de campaña y en saco. La falta de práctica hizo que se le diera la vuelta el saco, que es un momia, por la noche y que acabará con la cabeza en el aislante de goma espuma (como la tienda eso viene incluido). Monta un lío tremendo para conseguir volver a colocar el saco en su posición a eso de las 3:30 de la mañana. Está claro que la religión musulmana está presente en Tanzania, hemos oído al muecín todas las veces que llamaba a la oración por la noche y, desde antes de las cinco de la mañana un montón de gallos cantando, vacas mugiendo, 4x4 arrancando y maniobrando para salir del camping,... eso sí, como nos acostamos poco después de las nueve hemos dormido un montón. Prueba de tienda y saco superada. Sobre el saco no las teníamos todas con nosotros, al final compramos unos de 15º y no sabíamos si sería poco, de todas formas aquí no hace frío.




Cuando vamos a desayunar encontramos la mesa preparada con los botes de leche en polvo, cacao en polvo y café en polvo; bolsas de té; mantequilla; mantequilla de cacahuete; compota de frutas; salsa de tomate y salsa picante; y un termo de agua caliente. Simon aparece con dos tortillas bien grandes y un par de salchichas, con un montón de pan de molde tostado. Lo de adelgazar en este viaje va a ser que no claramente.



Camino del Serengeti paramos en un mirador del lago Manyara. La vista es espectacular y Sara incluso encuentra un elefante.



Para llegar al Serengeti es necesario atravesar el área de conservación de Ngorongoro. No se pasa por el cráter pero sí que hay un par de miradores desde donde se ve todo. La parada llega en el cambio de Ngorongoro a Serengeti, Bryson tiene que pagar las entradas y el camping, las próximas dos noches las pasaremos dentro del parque.





Aprovechando la parada Simon nos da la comida de pic-nic. Pollo, empanada de verduras, sandwich de mantequilla de cacahuete, magdalena, galleta de chocolate, plátana y un brick de zumo de naranja... ¿quién dijo adelgazar?



Aquí también hay un mirador y la verdad es que es... sin palabras. Se sube a un pequeño monte y desde arriba hay una vista de 360º desde la que se ve el área de conservación de Ngorongoro y el parque natural del Serengeti. Unas llanuras enormes que se pierden en el horizonte con unos pocos árboles. Una sensación de paz y tranquilidad fantástica: no somos nada frente a esta inmensidad.





Bryson está haciendo tiempo antes de pagar la entrada en el parque. La entrada tiene una validez de 24 horas (en nuestro caso serán 48) a contar desde el momento en que se pague. Así que lo alarga para poder estar hasta las 14:30 del miércoles.

Dentro del parque volvemos a quitar el techo del 4x4. Después de dos horas dando vueltas alrededor de los kopje (o islas de piedra) buscando depredadores no hemos visto todavía ningún animal, salvo antílopes.



Los hipopótamos son fáciles de localizar porque están siempre en su charca, al ir a verlos encontramos a una leona al lado del camino. Poco después otra y un poco más allá un grupo de cuatro más descansando a la sombra de un árbol. Para llegar al camping hay que volver por el mismo camino y la primera leona se ha acercado todavía más al camino. Vemos nuestras primeras cebras de cerca.



Ayudamos a Bryson y Simon a montar las tiendas, la nuestra y la suya, y Bryson nos dice que va a por diesel mientras Simon nos prepara la cena. El camping es público (se llama mono en swahili) y no tiene luz eléctrica, hoy no se enchufa nada. Los baños están bastante limpios, hemos llegado pronto. En la zona para comer (hay tres especie de cabañas con rejas y techo, para que no entren las hienas, una para los cocineros y dos para cenar) no hay mesas ni sillas, las llevamos en el 4x4, y un candil de petróleo para ver mientras cenemos. Ellos llevan frontales para preparar la comida. Bryson nos dijo ayer que si queríamos salir por la noche de la tienda (al baño básicamente) lleváramos una linterna e ilumináramos el camino delante de nosotros. Las hienas suelen acercarse a los campings para comer los restos de comida.

La puesta de sol no es todo lo espectacular que esperábamos porque hay demasiados árboles cerca del camping que nos quitan la visión. La luna está llena y se ve muy bien en el camping después de la puesta de sol.



La cena, además de la sopa que hoy creemos es de calabaza, incluye ¡espaguetis boloñesa! Que no están nada malos. Hemos visto la neverita de camping en la que suponemos que debe llevar la carne, espero que deje de darnos carne pronto porque no creo que esa nevera pueda mantenerla conservada más de un par de días... y con suerte.

Lo poco que podemos hacer es mirar las estrellas, que se ven perfectamente (no hay luz en el camping que moleste). Encontramos la Osa Mayor y está colocada al revés de lo que se ve en el hemisferio norte. La luna se ve con una claridad que pocas veces. Como no hay mucho más que hacer nos vamos a dormir aunque hoy tampoco son las nueve. Bryson nos ha dicho que mañana saldremos a las 6:00 para un safari mañanero y ver la salida del sol, volveremos a desayunar a las nueve y luego saldremos a ver la zona de la migración de ñues y cebras.

La segunda noche de Sara es mucho más fácil. Le cuesta un poco conseguir cerrar el saco de dormir, pero en cuanto lo consigue no tarde ni dos minutos en caer como una piedra.

Todas las fotos aquí.

domingo, 29 de junio de 2008

Podíamos

Y lo hemos demostrado

Estábamos preparados:



y lo hemos celebrado:



¡¡CAMPEONES DE EUROPA!!
Hemos vuelto, para quedarnos.


La celebración en Colón, al día siguiente:











viernes, 27 de junio de 2008

Cosas que aprendes viajando

El viaje a Tanzania nos ha permitido descubrir y/o confirmar algunos hechos interesantes.

Al igual que en inglés que para decir "de nada" se utiliza el "bienvenido", welcome. En swahili también se utiliza esta construcción. En respuesta a un asante (gracias) siempre se oye un karibu (bienvenido) . Ahora la duda está en si fueron los años de colonia británica los que llevaron a la traducción literal de la construcción en inglés o si, al igual que con los nombres de los días de la semana, es una coincidencia entre dos culturas tan distintas.

Lo de los remolinos de agua en los lavabos en sentido horario en el hemisferio sur... pues es muy complicado de comprobar. Como aparece en todos los foros de ciencia este hecho es debido al efecto Coriolis, pero este efecto se ve totalmente superado por el diseño del lavabo, la desviación del grifo que lo llena, los residuos en el desagüe, etc. Vamos, que tanto en el norte como en el sur el agua puede girar en el sentido que al diseñador del lavabo le venga en gana.

Ya sabíamos que hakuna matata era una frase en swahili, y que significaba algo así como "tranquilo", "no te preocupes", "no hay problemas",... pero lo que no sabíamos (en nuestra ignorancia) es que simba es también una palabra swahili y que significa literalmente "león". No tuvieron mucha imaginación los de Disney eligiendo el nombre de su estrella. Muchos de los demás personajes de la película también tienen nombres en swahili, wikipedia.

Las palabras mambo y jambo se utilizan como saludo informal en swahili, siendo jambo la usada con los turistas y mambo más entre ellos. No sé hasta qué punto tiene su origen el Mambo jambo en estos saludos, pero la esclavitud y el transporte de esclavos africanos a Centro América puede estar relacionado.

Tanto Kenya como Tanzania pertenecen a la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth of Nations, antiguamente British Commonwealth of Nations). También comparten con el Reino Unido que conducen por la izquierda (en Japón también se conduce por la izquierda y no forman parte de la mancomunidad).

jueves, 26 de junio de 2008

Tanzania (III)

Domingo 15/06/2.008

Llueve, llueve mucho, ha estado lloviendo toda la noche. ¿Esto es la estación seca en África? No hemos cogido nada para la lluvia, se supone que en África la estación seca es seca de verdad, por eso emigran los animales buscando el agua. Y la estación lluviosa acaba en mayo.

Como habíamos quedado a las 9:00 nuestro conductor/guía y nuestro cocinero (un chico que no parece tener más de 16 años) vienen a buscarnos. Nos llevan a la oficina de Loth para que se despida de nosotros y nos diga que es muy recomendable darles propina tanto al guía, como al cocinero.

Salimos hacia el Parque Natural del Lago Manyara. Sigue lloviendo. En el camino nos cruzamos con el camión de los de Katanga (agencia de viajes de aventura española). El final del viaje es Mto Wa Mbo, literalmente en swahili: río de mosquitos. Predomina el mosquito de la malaria en la zona, aunque sólo es activo por la noche (humm, aquí es donde vamos a dormir...). Poco antes de llegar ha dejado de llover, aunque el cielo sigue estando muy cubierto y no las tenemos todas con nosotros.

Mientras plantan la tienda y preparan la comida Sara y yo salimos a dar una vuelta por el pueblo. El pueblo sólo tiene una carretera asfaltada, la principal, las demás son de tierra. Justo enfrente del camino de tierra en el que está el camping está el mercado central masai. Una calle llena de tienda de recuerdos. Los vendedores son mucho menos insistentes que en el norte (Marruecos y Egipto). Te piden que entres en sus tiendas y que mires, que es gratis. Por supuesto, el precio no existe, porque el negocio es hablar: "yo digo un precio, tú dices otro y hablando nos entendemos". No tenemos intención de comprar el primer día y se lo toman bien cuando salimos sin preguntar ningún precio. Sabemos por experiencia que si preguntas un precio será casi imposible que la cosa acabe bien, porque ellos te pedirán tu precio que será mucho menos del que piden, te sentirás culpable por decir tan poco, pero tampoco quieres pagar más... y al final, acabarás comprando.

En la última tienda de todas vemos unos cuadros típicos que nos gustan un poco más que los demás. Caemos y preguntamos por el precio. No hay salida. El vendedor nos dice que 30$, a nosotros nos parece mucho y no tenemos ganas de regatear, nos pide nuestro precio insistentemente y le decimos que 10$. Él baja, pero nosotros no pensamos subir y salimos de la tienda. Viene corriendo tras nosotros y nos dice que 15, luego que 12, incluso 11 y al final acepta los 10. También nos pregunta si tenemos cosas para cambiar: calcetines, camisetas, la gorra, el reloj... incluso nos llega a decir que si le cambiamos las botas. A esto le respondemos que entonces con qué íbamos a andar nosotros, y él nos dice que nos da sus sandalias, qué chispa.

Nuestra primera comida preparada por el cocinero está bastante bien, aunque la ensalada le decimos que no la vamos a comer, que sólo cosas que hayan pasado por el fuego siguiendo las recomendaciones del médico. Una de esas cosas pasadas por el fuego es un guiso de vegetales, que después de varios platos comidos descubrimos que está lleno de pequeños insectos negros... confiando en que también se hayan cocinado Sara sigue comiendo, porque dice que está muy bueno. El postre es fruta con piel recién cortada: mango y lima.

Llegamos al parque. El techo del 4x4 se abre y nos permite ir de pie viendo los animales sin cristales, además se le ata una tela a unos soportes que hace de techo para el sol y para la lluvia (que no sabemos si no la volveremos a ver).



Nada más entrar vemos a un grupo de monos. Están al lado del coche y no se inmutan por el ruido del motor, nos ignoran salvo por alguna mirada curiosa. Después de este comienzo la cosa decae bastante, no vemos a ningún otro animal en un buen rato. Con un grupo de impalas y un par de jirafas en el camino de tierra vuelve el espectáculo. Más monos, más impalas y jabalíes, el lago de los hipopótamos con un montón de ellos dentro y fuera del agua y muchos pájaros a su alrededor. También hay búfalos cerca. A la vuelta de la charca de los hipopótamos nos encontramos con unos elefantes cara a cara; más grandes que el 4x4. Más monos, más elefantes y el lago Manyara, con un montón de flamencos. También nos encontramos con un pequeño antílope y justo al salir con otra jirafa. En el parque hay bastantes baobabs.



En el camping de Mtu Wa Mbo además de la zona de acampada hay también habitaciones. En la sala preparada como zona de restaurante hay enchufes y dejamos cargando el disco duro y Niki.

Para cenar nos ha preparado una sopa bastante espesa, reconocemos las patatas, pero no el resto de ingredientes, aunque casi seguro que son verduras. Pensamos que con la sopa acaba y cuando estamos a punto de levantarnos aparece Simon, el cocinero, con una fuente enorme de arroz cocido y un guiso de carne. Para terminar la fruta: sandía y plátano. Estamos comiendo más que en ninguno de nuestros viajes, y eso que pensábamos que íbamos a adelgazar.

Antes de levantarnos vienen Bryson, el guía, y Simon y se sientan con nosotros a hablar. Nos cuentan cosas del cráter del Ngorongoro; que están todos los animales menos la jirafa y el leopardo; que algunos emigran en la estación seca pero hay otros que están en el cráter todo el año; que sólo hay un acceso para bajar y otro para subir; que hay 200 pies de diferencia de altura;... Hablamos de las costumbres de los animales, los hábitos horarios de caza; que los leones comen en el sitio que matan; comen entre 4 y 5 kilos de carne las hembras y entre 7 y 10 los machos y después pueden pasar entre 3 y 5 días sin comer nada; que los leopardos matan y suben con la presa a un árbol para evitar que se la roben; que las hienas encuentran su comida siguiendo a los buitres;... Incluso llegamos a hablar de religión, en Tanzania conviven la religión musulmana con la católica cristiana en todas sus vertientes, ellos dos son luteranos.

Después de la charla nos vamos a dormir. Hemos quedado en desayunar a las 7:30 con las mochilas cerradas y preparadas para montar en el 4x4, saldremos hacia el Serengeti pasando por Ngorongoro. En realidad no son ni las 21:00, pero bueno... tampoco hay mucho que hacer. Antes de acostarnos llega una americana que nos pregunta si al enchufar nuestras cosas vimos una batería de cámara, que no la encuentra. No la habíamos visto, ya habíamos cogido Niki que ya estaba cargada pero el disco duro seguía allí, así que vamos a recogerlo no vaya a desaparecernos a nosotros también, que un disco duro es bastante más jugoso que una batería específica de una cámara. El camping no tiene agua caliente, como ninguno de los demás en los que vamos a dormir...

Hay alguna foto más en la galería de picasa.

Y aquí el elefante comiendo.