El final del túnel

Desde que la bursitis ileopsoas y yo nos conocimos en Sudáfrica hace ya ocho meses he tenido que dejar de correr. Pero el tiempo lo va curando todo (lo que nunca dice nadie es que lo cura, pero no lo deja como nuevo) y poco a poco voy acercándome a las zapatillas con confianza.

El ejercicio aeróbico por excelencia, el correr, tiene gran cantidad de beneficios. No sólo los físicos, los más evidentes. También mentales y más en general relacionados con la salud.

• Favorece el establecimiento y cumplimiento de objetivos.
• Nos da apoyo social
• Libera adrenalina y nos distrae de los problemas, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad
• Libera serotonina y endorfinas, mejorando el estado de ánimo y produciendo sensaciones placenteras (esto debe ser al parar, por mucho que me guste correr, disfruto más sentado)
• Mejora la atención y la concentración, mejorando el rendimiento académico y laboral
• Aumenta la tolerancia a la frustración y a las situaciones difíciles
• Fomenta el afán de superación
• Aumenta la autoestima y expectativas de auto eficacia
• Nos relaja
• Aumenta los hábitos de vida saludable
• Mejora la satisfacción de las relaciones sexuales
• Mejora la calidad del sueño
• Reduce el absentismo laboral (esto es más beneficio para tu jefe que para ti mismo, pero...)
• Ayuda al control de la ira
• Reduce la percepción del dolor, por ejemplo en dolores de cabeza