Este año, 2011, se cumple el tercer centenario de la creación de la Biblioteca Nacional de España. Fue fundada a finales de 1711 (aunque no se abrió al público hasta marzo de 1712) por Felipe V con carácter Real, no pasó a denominarse Nacional hasta 1836 momento en el que dejó de depender de la corona para pasar a depender del Ministerio de la Gobernación. En sus orígenes ocupaba un pasadizo entre el Real Alcázar y el monasterio de la Encarnación. La intención del rey era fomentar el estudio y salvaguardar y reunir las bibliotecas de los nobles emigrados que luchaban a favor de Carlos de Austria.
Más de 26 millones de publicaciones producidas en España, desde libros, revistas y periódicos, hasta mapas, grabados, dibujos, partituras musicales y cartelería, pasando por prospectos farmacéuticos e, incluso, envoltorios de caramelos, películas, microfilms… se encuentran en sus fondos. Todo lo que se imprime, y últimamente se produce en general, con depósito legal es almacenado aquí.
Desde 1716, según Real Orden del 15 de octubre, se estableció como una primera versión del depósito legal. Según esta orden toda persona que costease la impresión de libros y papeles, ya fuese autor, impresor o editor, estaba obligado a entregar a la Biblioteca Real un ejemplar encuadernado de todo lo que imprimiese. Se convirtió formalmente en Depósito Legal en 1957. Otro de los privilegios que tiene es el derecho de tanteo, concedido en 1750.
El edificio del Paseo de Recoletos, construido en 1892 y declarado monumento histórico-artístico de carácter nacional en 1983, dispone de dos depósitos. Uno principal, el original, formado por una estructura de hierro diseñada por un discípulo de Eiffel, que consta de 12 plantas y otro en el lado sur más nuevo. Las 12 plantas del depósito principal se distribuyen en tres plantas subterráneas y el resto en superficie, cada planta de la biblioteca equivale a dos del depósito. La suma de ambos depósitos dan una capacidad de unos 200 kilómetros de estanterías (yo tampoco sabía que la capacidad de las bibliotecas se midiera en kilómetros). A pesar de este tamaño se han quedado pequeños y existen seis torres en Alcalá de Henares (1986), otra sede de la Biblioteca Nacional.
Sobre el frontón de entrada se encuentran tres estatuas. Las de los laterales representan al ingenio y al estudio, mientras que la central representa a España sosteniendo una corona de laurel símbolo de la sabiduría que, de esta forma, corona a los que salen del edificio.
Página oficial: BNE
1 comentario:
La preservación de edificios históricos es esencial. Su conservación adecuada con protecciones y recubrimientos no solo salvaguarda la riqueza arquitectónica, sino que también asegura su legado perdurable para las generaciones futuras.
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