Hoy nos tomamos el desayuno más contundente: pan árabe, quesitos, mantequilla, bizcochos, huevo cocido, yogur y leche caliente. Que no se diga. Total, no volveremos a comer hasta esta noche más que un poco de chocolate... El yogur está particularmente delicioso, eso sí con una buena dosis de azúcar.
Llegamos a la entrada un poco más tarde que ayer y sí que hay uno en la puerta controlando. Nos coge las entradas y nos dice que teníamos que haberlas rellenado con nuestros nombres, él se queda la mitad y la mitad con nuestros nombres nosotros. A estas alturas pasamos de rellenarlas, hoy es su último día de validez así que tampoco se las vamos a poder revender a nadie.
El plan de hoy es recorrer el Siq, a ser posible también con poca gente o nadie como ayer, hasta el tesoro y esperar a que baje el sol mientras lo dibujo. Entre unas cosas y otras me tiro dos horas dibujando, hay que esperar también al sol. Pero triunfo, los que lo ven me dan la enhorabuena y un alemán incluso le hace una foto al dibujo.
Después Siq de vuelta. Es la primera vez que lo recorremos con luz en este sentido, las dos veces que lo hicimos ayer era completamente de noche.
Justo antes del Siq, antes incluso de un pequeño puente, hay un camino que sale a la derecha hacia el túnel. Con un cartel que te dice que si no vas con guía mejor que no vayas. En realidad llevamos guía: la del Lonely Planet.
Allá que nos metemos, dicen que Petra está masificada pero por aquí no hay ni un alma. Y no nos extraña con lo complicado que es el camino por momentos. Después de un buen rato, según la guía en unos treinta minutos, nosotros tardamos más, se llega a una bifurcación en T con una flecha que haya que seguir hacia la izquierda. Ahora es cuando empieza lo bueno. Este nuevo siq se estrecha hasta poco más de un metro y el suelo está comido por los torrentes de agua que pasan por allí. Parece un tobogán de piedra y ganas nos dan de lanzarnos, pero no está tan pulido y la arenisca rasca bastante. Mi pierna puede corroborarlo. La guía decía que el camino no se puede hacer en época de lluvias por las peligrosas crecidas, ni si ha llovido en días precedentes por los charcos. De hecho recomiendan ir con sandalias para vadear los posibles charcos... nosotros llevamos las botas de montaña y menos mal.
Al salir una niña beduina de unos dos años se lanza a por nosotros con piedras del desierto mientras la madre nos ofrece un té. Salimos con algo de prisa porque no tenemos ni idea de dónde estamos y hay que encontrarse. Es sorprendente cómo hay beduinos vendiendo cosas en cualquier parte, porque de aquí descontándonos a nosotros y a una pareja de franceses que nos han cogido casi al final no creemos que vaya a salir muchas más gente.
Seguimos el lecho del río con un sol de justicia (menos mal que hoy nos hemos puesto bermudas, aunque eso no ha ayudado a mi pierna contra la arenisca del siq) hasta encontrar la tumba de Sexto Florentino otra vez. Allí nos sentamos a la sombra a descansar un rato y a escribir las postales. La beduina de turno (aquí también hay y por esta tumba tampoco pasa nadie) nos ofrece de nuevo té. Le decimos que no, gracias y se vuelve a sentar con una sonrisa sin insistir lo más mínimo, ni con el té, ni con su puesto de pulseras y piedras. Qué diferencia con Marruecos o Egipto.
Después de un rato descansando salimos hacia el centro de Petra. Relativamente cerca del teatro, en la acera de enfrente se encuentran unos baños públicos que están excavados en la montaña. Ayer pasamos por ellos y hoy aprovechamos para volver a pasar. Es curiosa la unión de lo viejo de la excavación y lo nuevo de los sanitarios, merece la pena.
El camino hasta el centro se hace duro por el sol y eso que hoy el chocolate ha caído más pronto, que el siq ha requerido mucha energía. Vamos otra vez a la zona de la subida al monasterio. Justo antes de empezar las escaleras se encuentra el museo nabateo. La verdad es que son dos salas y hay bastante poco que ver, pero una visita relajada ya se empieza a agradecer. Cuando salimos nos quedamos sentados en unos bancos en la entrada.
Es poco más de la una de la tarde y decidimos subir al monasterio otra vez, pero más relajadamente que hoy tenemos tiempo y ayer ya batimos el record. Tan relajados vamos que nos va adelantando todo el mundo. Tardamos casi una hora, el doble que ayer, pero no hay ninguna prisa.
Atentos en las fotos a la gente subiendo por las escaleras y las vueltas que hay que dar para llegar arriba.
Una vez arriba voy a dibujarlo también.
Al abrir el bloc de dibujo me llevo un chasco enorme. El tesoro se ha emborronado completamente con la hoja anterior. Creo que tiene solución pero no sé qué hacer para que no vuelva a pasar y que no se siga estropeando más. Habrá que hacer los dibujos sin darles sombra y dar la sombra luego en casa. He conseguido medio arreglarlo y cuando localice un scaner lo colgaré.
Dibujo el monasterio y le hago una foto para acabarlo luego. Al igual que ayer, que subió un beduino a lo más alto del edificio, hoy suben dos. Lo más sorprendente es que después ayudan a dos turistas a llegar también allí arriba. Nosotros ni nos lo planteamos, además del cansancio nos parece un poco una aberración subir por esas paredes de más de 1.700 años de antigüedad.
Me está molestando bastante la garganta... a ver en qué país me acabo por poner malo, todavía quedan 12 días de viaje, espero que sea en España. En la bajada pienso que lo mejor para los dibujos será ponerle unas gomas elásticas al bloc para que las hojas no se muevan y no se rocen entre ellas. Pero a ver dónde encontramos gomas aquí.
Nos despedimos por última vez del tesoro, lo hemos visto seis veces, una desde arriba y una con velas. Y recorremos el Siq por séptima vez. Las primeras veces era más espectacular, ahora se hace muy largo. Hay burros y carrozas que lo cruzan y te llevan a la salida, pagando claro. También se usan los burros para subir y bajar del monasterio, e incluso llegar hasta la plataforma sobre el tesoro. Los beduinos también los utilizan para moverse y llevar sus mercancías. Los dromedarios, que también hay y muchos, sólo hacen recorridos planos y no llegan hasta la salida, no pasan del tesoro. En la entrada de Petra hay un centro de protección y hospital de animales, sobre todo de burros y caballos.
Echamos las postales al buzón que hay nada más salir. Pone que recogen el correo a las 16:00 así que ya lo recogerán mañana, que hoy hemos vuelto a salir de noche pasadas las seis. Y cambiamos más euros. En la oficina de cambio el tipo tiene fajos enormes de billetes de 50 y 100 euros metidos en un cajón. No hay cristal de seguridad ni de no seguridad, hay sólo una mesa y él está al lado de los billetes y tú al otro. Los fajos los tiene cogidos con gomas elásticas, le pedimos un par de gomas y nos las da muy agradable, aunque con cara de pensar: "vaya forma más cutre de llevar el dinero en el bolsillo".
Entramos en el supermercado buscando fruta, naranjas o plátanos. Pero cada plátano (que además no tienen muy buena pinta) cuesta 500 fills, medio dinar, más de medio euro. Así que compramos agua y un paquete de caramelos para la garganta con miel. Después de tres días en el país por fin vemos nuestra primera moneda jordana. Ayer cuando compramos los sellos nos tenían que devolver también 500 fills pero el tipo de la oficina de correos nos dio una moneda de 50 céntimos de euro y se quedó tan a gusto. Por cierto, las monedas aquí tiene un cero menos, es decir, cuando te dan una moneda que pone 5 (en números suyo, por supuesto) su valor real son 50 fills. Nos costó un poco entenderlo porque todo el mundo hablaba de fills en cientos y allí las monedas eran de cinco, con lo que harían falta veinte para llegar sólo al primer cien.
En el hotel, Sara pregunta si nos pueden dar un vaso de leche caliente (una joya, no la merezco) y se desviven por ayudarnos. Preguntamos si tienen miel, pero no nos entienden y cuando lo hacen nos dicen que no, que miel no tienen. A ver si aguanta la garganta con la leche y el ibuprofeno.
Nos ponemos a mirar el plan del viaje después del desierto que está reservado para mañana. Tampoco sabemos si nos querremos quedar un día extra allí. Descartamos visitar Aqaba porque según la guía es básicamente submarinismo y playa, y parece que el tema bikini tampoco les acaba de gustar mucho. A nosotros no nos gusta la playa, así que así no nos molestamos entre nosotros. La idea es volver desde Wadi Rum (el desierto) a Amán y salir directos a Damasco para hacer noche ya en Siria. Habrá que ver de donde salen los autobuses desde el desierto a Amán lo primero y luego los taxis colectivos para cruzar la frontera. También pensamos en el día de después. Tras la noche en Damasco saldremos para Aleppo o Palmira, dejando Damasco para visitarlo el último día antes de volver de nuevo a Jordania.
Si mañana no conseguimos llegar a Damasco nos quedaremos en el Farah Hotel o el Palace (el recomendado por la guía) y trataremos de coger un taxi para visitar los castillos del desierto y al día siguiente hacer la excursión de Jerash y Boshra, o un autobús para ir a Damasco.
Ducha, cena (más fuet), recoger todo (que mañana el autobús para Wadi Rum pasa a las 6:15) y a dormir.
9 comentarios:
Me he puesto al día con tus viajes y al actualizar tu pagina me he dado cuenta que has metido otra entrada...
¡¡¡que no se me va la olla con los bandidos!!!...que no hay que irse tan lejos...si no se puede ir por la puerta del sol a partir de las 10 de la noche...imagínate en un descampado sin ley donde se necesita lo básico...
Los árabes (llevo años conviviendo con ellos y viajando) pueden ser los mejores anfitriones y te ofrecen todo lo que tienen..pero también, si son amigos de lo ajeno, a sanguinarios no les ganan...que se lo digan a mi compi de curro J..perdio en marruecos un coche, una hija y las ganas de vivir.
Tambien me ha resutado curioso que os dejaran pasar fuet. En algunos países árabes, pasar productos Haram está considerado ilegal.
No te voy a decir que no Anselmo, en Marruecos y en Egipto sí que daba la impresión de que si no estabas atento te iban a acabar quitando hasta el carné de identidad (lo de la puerta del Sol también es cierto, pero la proximidad le quita peligro). Pero en esta zona no notabas eso. Todo era muy diferente, la gente era muy amable y todo el mundo se fiaba de todo el mundo. De hecho, Sara y yo pensábamos que si ellos fueran los turistas en Madrid o en Nápoles iban a acabar desplumados en diez minutos de lo confiados que son.
Nosotros también teníamos nuestras dudas respecto al fuet. Pero bueno, si no nos dejaban pasarlo con comerlo en el aeropuerto arreglado. A Japón y a Rusia también fueron fuets, ya se ha convertido en un clásico de los viajes.
Me parece que es la primera vez que leo lo de tus dibujos, verdad?? no tenía ni idea que dibujabas. Espero que los cuelgues pronto.
Yo alucino con vosotros.Teneis una capacidad de resistencia increible.
Y en cuanto a mi "descripcion" creí que quien querías que te explicara era masmi.
Tengo unas ganas tremendas que llegueis a Damasco.
Siempre me ha gustado mucho dibujar Conxa. Pero para mi cumpleaños Sara me regaló unos blocs de dibujo y unos lápices que se vinieron con nosotros de viaje. En Japón vimos a muchos locales dibujando los templos con bolígrafo (y después de ver como quedó el primer dibujo entiendo porque usaban bolí en lugar de lápiz), y me quedé con las ganas, así que esta vez hemos parado más. Tampoco esperes una joya, ¿eh? El alemán que se dejó llevar ;-)
Cuando viajamos hay que ver lo más posible. No hay que obsesionarse porque entonces no disfrutas, pero tampoco pensar que hay que descansar y que otro día lo ves, porque está demasiado lejos para ir otro día. Además como dieta de adelgazamiento es la caña :-D
Lo de la descripción era para los dos, aunque ninguno ha dicho nada... será que soy demasiado "serio", jajajaja
Pues a ver qué día es el que llegamos a Damasco... to be continued :-)
Que chulada de dibujos!!!
Sois todos unos aventureros.
La foto 5064 me ha impresionado.
En cuanto a la descripción, yo no pillé que querías que yo te contara, jejeje
Al principio pareces serio, pero es cuestión de conocerte mas. Y eres amable y correcto, lo que está fenomenal ;-)
Masmi, si todavía no los has visto!! jajajaja, bueno, un poco en la foto que hizo Sara mientras dibujaba.
¿Aventureros? Por ahora no hemos hecho nada aventurero, lo de meternos por el "segundo" siq era relativamente fácil y había cobertura de móvil todo el tiempo, a las malas alguien habría podido venir a por nosotros :-O
Ya que subía hasta arriba cargado con los objetivos había que cambiarlos. Son las tumbas reales desde mitad de camino al monasterio. A mí me "impresionan" más las otras fotos, en las que se ve el recorrido que había que hacer para llegar, con la gente como hormigas. El día anterior con las prisas casi no miramos para arriba para no deprimirnos.
Pelota :-P
Ah, qué también dibujas??? Hijo de mi vida, qué completito eres. Vaya suerte ha tenido Sara :)
Casi me mata la historia de la niña beduina. Virgen santísima, entre las palizas de andar y evitar las pedradas de la nena... este viaje puede considerarse de alto riesgo, eh?
El burro es uno de los animales más tiernos que existen, y me alegra que además de utilizarlos para trabajar se preocupen de cuidarlos.
Qué huevazos tenéis de viajar así. Nosotros, bueno, el Costillo, sale siempre de casa sabiéndose hasta la última coma y las variantes posibles por si algo falla. No hemos hecho muchos viajes organizados, sólo a Egipto y el de Tanzania y Kenia, el resto siempre es él quien organiza todo. Se pega unos tutes!
Completito que es uno Bira, ya me he enterado de que aquí hay scaner a ver si mañana pongo los dibujos.
La niña no nos recibió a pedradas!! jajajaja, nos intentaba vender las piedras que ha por el suelo con las vetas de colores. Era muy amable, si hasta se nos abrazó y casi no había manera de que se quedara con su madre, se venía con nosotros a recorrer Petra :-)
En Petra burros en cualquier parte. Tú llegas con la lengua fuera muerto de subir escaleras y allí arriba te encuentras con un burro. Y en todas partes te dicen que si ves a alguien maltratando a un animal que avises a los guardias y al centro de la entrada.
La aventura es lo que tiene, cada día puedes decidir qué hacer. Y tampoco nos estudiamos por completo el plano de Petra para saber dónde salía cada camino. Hay libros enteros de rutas por la ciudad, con seguir la guía y un poco de orientación ya vale.
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