Piña

La piña (nombre científico Ananas comosus), originaria Brasil pero que se empezó a cultivar por primera vez a finales del siglo XIX en las Hawai, pertenece a la familia de plantas de las Bromeliáceas, que comprende unas 1400 especies en todo el mundo.

Este fruto tiene tiene muchas propiedades muy beneficiosas. Su contenido de agua es muy alto, así que su aporte calórico es bajo, por ello suele ser un buen complemento en los regímenes. Da un buen aporte de minerales como potasio, magnesio, cobre y manganeso y es una buena fuente de vitaminas, sobre todo vitamina C pero también vitaminas del grupo B (B1 y B6). Tiene un considerable contenido de fibra, con lo cual está indicado en caso de estreñimiento. Y además es ligeramente diurética.

Pero lo más peculiar de la piña es su contenido en bromelina, una enzima que “rompe” las moléculas de las proteínas, dejando libre los aminoácidos. Esta enzima ayuda a digerir las comidas ricas en proteínas, con lo cual es un postre ideal después de este tipo de comidas. Esta enzima tiene además propiedades diuréticas y anti-inflamatorias y es indicada para problemas de circulación, puesto que ayuda a disolver los coágulos y a fluidificar la sangre.

Esta enzima es más abundante en el tallo, que no es comestible, por lo que se extrae y se comercializa en cápsulas, que se toman en caso de problemas digestivos. También se vende como tratamiento anti-celulitis, puesto que ayuda a reducir la retención de líquidos, aunque no hace milagros en este sentido. Su consumo también puede resultar contraproducente, por ejemplo si se padece de gastritis o úlcera gástrica.

Más información:

• Revista Consumer.
• Monografías.